Cuando los usuarios quieren enviar datos a través de Internet más rápido de lo que la red puede soportar, puede producirse una congestión, del mismo modo que el tráfico congestiona el viaje matutino a una gran ciudad.
Los ordenadores y dispositivos que transmiten datos por Internet los dividen en paquetes más pequeños y utilizan un algoritmo especial para decidir a qué velocidad enviar esos paquetes. Estos algoritmos de control de la congestión tratan de descubrir y utilizar plenamente la capacidad disponible de la red, compartiéndola de forma equitativa con otros usuarios que puedan estar compartiendo la misma red. Estos algoritmos tratan de minimizar el retraso causado por los datos que esperan en las colas de la red.
- Martes, 09 Agosto 2022