- Martes, 26 Abril 2022
En los últimos años se ha hablado mucho de las baterías de ion-litio como solución alternativa a las baterías tradicionales de plomo-ácido en los sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI), pero por unos u otros motivos, su introducción y aceptación en este mercado ha sido más lento de lo esperado. Las razones pueden ser de lo más dispares, pero nos preguntamos por qué un producto más pequeño, ligero y con mayor vida útil que su antecesor ha podido tener tantas dificultades para hacerse un hueco en este mercado del SAI.
Cuanto menos es extraño, ya que si miramos a nuestro alrededor comprobamos que algunos de los productos que utilizamos constantemente como los teléfonos móviles o los ordenadores portátiles ya estaban utilizando este tipo de baterías y daban buenos resultados.
Por lo tanto, aunque su llegada a este mercado ha tenido sus dificultades, lo cierto es que una vez dentro, las baterías de ion-litio están cambiando el ámbito de sistemas de alimentación ininterrumpida para mejor, ya que resuelven los inconvenientes de las baterías tradicionales de plomo-ácido reguladas por válvula (VRLA).
Vamos a profundizar en cuáles son realmente los beneficios prácticos de usar baterías de ion-litio para SAI.
Más compactas y ligeras
Siempre buscamos el ahorro de espacio, y las baterías de ion-litio ocupan un 40% menos que las baterías tradicionales de VRLA. Esto se traduce en un nivel de densidad de potencia notable, donde se necesita menos espacio para entregar la misma cantidad de energía.
Con esta función de ahorro de espacio, la instalación del SAI y la batería se hace más sencilla y flexible, ya que no hay necesidad de realizar un refuerzo estructural de edificios que es muy costoso y que sí requerían las baterías VRLA. Además, menos espacio dedicado a los sistemas de alimentación ininterrumpida también da paso a un mayor espacio para actividades generadoras de ingresos.
Mayor duración
La durabilidad de un producto es esencial en cualquier entorno, incluso en la vida cotidiana. En el caso específico de las baterías de ion-litio su vida útil es considerablemente más larga, casi el doble o el triple que la mayoría de las baterías VRLA.
Si comparamos con la tecnología de la batería VRLA tradicional, cuya duración es de tres a cinco años, podemos asegurar que la tecnología de ion-litio proporciona una vida útil a la batería de ocho a diez años (incluso su duración supera la vida del SAI). Con estas baterías se consigue que el SAI no requiera prácticamente mantenimiento, e incluso que no sea necesario realizar ninguna sustitución de batería a lo largo de su vida. A diferencia de las baterías VRLA, las baterías de ion-litio ofrecen un ciclo de vida elevado, lo que las hace adecuadas para muchas aplicaciones en las que se esperan ciclos frecuentes de carga y descarga.
Reducen el coste total de propiedad
Quizá te preguntes por su precio. Aquí te recomendamos que adoptes una visión más general en la que puedas considerar el coste total de propiedad (TCO) porque, aunque las baterías tradicionales de VRLA seguramente puedan suponer un ahorro de dinero al principio, es decir, en el momento de la compra, las baterías de ion-litio son capaces de proporcionan un ahorro de hasta el 50 % durante toda su vida útil, reduciendo así el TCO.
Este ahorro se debe principalmente a que los años de vida de la batería son superiores, tiene una mayor resistencia a altas temperaturas y un menor gasto en mantenimiento (con menos o incluso ninguna sustitución de batería) e instalación. Todo esto hace que el coste final sea menor.
Carga más rápida
Si todos buscamos que las baterías de nuestros móviles o portátiles se carguen rápidamente, lo mismo deberíamos querer con las recargas de las baterías del SAI.
Tomando datos contrastados, las baterías VRLA pueden tardar más de 6 horas en cargarse desde el 0% hasta el 90 % de su capacidad de tiempo de autonomía total, mientras que las baterías de ion-litio solo tardan alrededor de 2 horas en recargarse. Esto no solo supone ganar velocidad de carga, sino que también se reduce el riesgo general de sufrir una interrupción antes de que las baterías del SAI se hayan cargado por completo.
Resistente a las altas temperaturas
Las baterías de ion-litio pueden funcionar normalmente a temperaturas de hasta 40ºC sin comprometer su rendimiento. Aquí tenemos una clara ventaja de esta tecnología sobre las baterías VRLA, que pierden aproximadamente la mitad de su vida útil por cada aumento de temperatura de 10ºC por encima de los 25ºC.
Dado que las baterías de ion-litio pueden operar en un amplio intervalo de temperaturas, resultan convenientes para entornos no tradicionales e instalaciones que no tienen suficiente capacidad de refrigeración.
Sistema avanzado de gestión de batería integrado
Además, las baterías de ion-litio cuentan con un sistema avanzado de gestión de batería integrado (BMS). Esto proporciona una imagen precisa del estado y el tiempo de autonomía de la batería y protege sus celdas de la corriente, la temperatura y la carga excesiva o insuficiente. El BMS ajusta de manera continua la carga de la batería para aprovechar al máximo su rendimiento y duración.
A modo de conclusión, después de leer estos seis beneficios de las baterías de ion-litio para SAI, comprendemos que la tecnología avanzada ha supuesto una gran ventaja para muchos sectores para asegurar las operaciones críticas y reducir los costes operativos de las compañías, convirtiéndose, por tanto, en aliadas perfectas para el SAI.
Encuentra más información sobre SAI con baterías de ion-litio.
Autora: Raquel Rubio, Field Marketing Coordinator en Vertiv Spain