Las smart cities han venido para quedarse, ya que sus sistemas conectados ofrecen múltiples beneficios en materia de eficiencia, seguridad y calidad de vida. Pero todas estas ventajas no vienen sin su riesgo; por las autopistas de información de las ciudades inteligentes circulan volúmenes masivos de datos, incluyendo información sensible y confidencial, que deben protegerse a toda costa ante ciberamenazas. ¿Cómo pueden los proveedores de servicios IoT y las ciudades proteger sus dispositivos y comunicaciones?

La Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Diseño Industrial de la Universidad Politécnica de Madrid (ETSIDI) será un edificio inteligente, gracias a la utilización de tecnología IoT de Snsorial IoT -plataforma de Big Data e IA que permite conocer y medir los espacios para mejorar sus procesos-, y de UnaBiz.

El objetivo del proyecto es el despliegue de una solución IoT que permita recoger datos cuantitativos con el fin de mejorar la distribución, optimización y eficiencia de los procesos de gestión en los distintos espacios de interés. Gracias a la plataforma de análisis de datos e innovadores sensores de presencia, ocupación y consumo energético, la escuela monitorizará sus espacios en tiempo real.

Legrand lanza un nuevo contacto seco conectado, con tecnología with Netatmo. Este módulo universal de medida, mando y reporte de estado puede controlar a distancia cualquier tipo de dispositivo equipado con un bloque de terminales de corriente continua de entre 12 y 30V. La nueva solución forma parte de la gama Smart Electrical Panel, compuesta por módulos conectados que pueden instalarse directamente en el cuadro eléctrico.

NeoCortec ha suministrado recientemente módulos NeoMesh para un proyecto de Nrlyze, una empresa tecnológica sueca especializada en la optimización de sistemas de calefacción y ventilación en grandes edificios. Para un antiguo edificio de oficinas de tres plantas construido con paredes de ladrillo de 35 cm de grosor en el centro de Copenhague, buscaban una red inalámbrica adecuada para controlar el sistema de calefacción, ya que el edificio está conectado al sistema público de calefacción urbana de Copenhague y, por tanto, tenía que cumplir requisitos específicos en cuanto a la correcta caída de temperatura del sistema.