El pasado día 13 de Octubre se anunció que había un acuerdo definitivo para la compra de EMC por parte de Dell, por un importe record en el sector tecnológico de 67.000 millones de dólares. Un acuerdo que podría sacudir el mercado de la tecnología

de una manera significativa ya que mientras otras compañías tecnológicas de gran tamaño (como HP e IBM) han anunciado la desinversión o hacerse cada vez más pequeños en este mercado, Dell y EMC juntos será la creación de una empresa mega-tecnologica.
Desde que Dell se hizo empresa privada hace dos años, han sido capaces de, al menos, mantener su cuota de mercado tanto en su mercado respectivo de servidores, como en su negocio de PC, pero han tenido dificultades para crecer dentro de la gran empresa, y los mercados de mayor margen. EMC es líder desde hace mucho tiempo en soluciones de almacenamiento empresarial, pero se han retado a mantenerse al día con las nuevas tendencias y costes más baratos de almacenamiento del centro de datos, en este mercado rápidamente cambiante y dinámico. IHS cree que juntos como una sola entidad, Dell w / EMC tendrán una de las carteras más completas y unificadas, que debería darles alcance adicional en oportunidades de negocio más grandes, a las que no han tenido acceso. Lo que les permite competir mejor contra los IBM, HP y Cisco en la tendencia creciente de soluciones de TI unificadas.
Sobre el papel, IHS ve que el acuerdo parece ser el mejor camino para ambas compañías. El éxito financiero, por supuesto, sigue siendo un signo de interrogación. Ambas compañías individualmente son considerables en tamaño, y ambas ya tienen amplias carteras de productos. La integración de estas carteras es probable que requiera el cambio y una cierta cantidad de escalado de nuevo en cualquier duplicación de esfuerzos. IHS no cree que inicialmente esto impulsará la desinversión en la parte de servidores de bajo meragen o en el negocio de PC de Dell, pero si al final del camino y si financieramente el negocio de bajo margen se convierte en una carga, entonces es posible.
El reto inmediato, por supuesto, estará en la integración de las dos compañías, manteniendo el flujo de caja para pagar la deuda que acumularán, sin dejar de ser lo suficientemente flexible para reaccionar y adaptarse a lo este mercado, como un proveedor líder mega-tecnologico, requiera. Ser una empresa privada como Dell permitirá una mayor flexibilidad, ya que no tendrán que revelar o contestar a los accionistas, pero cuanto más grande sea el barco, más difícil es cambiarlo de rumbo.

Autor: Craig Stice, Computer and Server Electronics Analyst for IHS Inc.