El pasado martes, la Comisión Europea dio su visto bueno al Gobierno alemán para modificar el régimen de ayudas estatales destinado al despliegue de la fibra óptica en todo el país. Con estas modificaciones, el régimen se prorrogará hasta finales de 2028 y el presupuesto aumentará de 12.000 a 38.000 millones de euros.

La financiación está disponible para que las autoridades locales desplieguen y posean su propia infraestructura de fibra, o para que liciten tanto el despliegue como la explotación de la red. Las zonas que pueden optar a la financiación son aquellas que sólo tienen acceso a una red única que proporcione velocidades de hasta 300 Mbps y en las que la actualización de esa red a velocidades aptas para gigabits no forme parte de los planes de inversión existentes.

Tras la aprobación de estas enmiendas por parte de la Comisión Europea, el Gobierno alemán ha actuado con rapidez, aprobando al día siguiente un nuevo proyecto de ley que, según afirman, ampliará rápidamente el despliegue de la red de fibra en todo el país: la Ley de Aceleración de la Expansión de la Red TK (TK-NABEG).

La TK-NABEG se centra en la eliminación de los trámites burocráticos que suelen obstaculizar el despliegue de las redes. La Ley define el despliegue de infraestructuras de telecomunicaciones como «de interés público superior», por lo que se agilizará y acelerará el proceso de obtención de autorizaciones de «derecho de paso».

«Con esta ley, estamos acelerando la urgentemente necesaria expansión de nuestra infraestructura digital. Al hacerlo, estamos enviando una importante señal a la economía de que estamos decididos a impulsar la digitalización. Este Gobierno puede conciliar la protección del medio ambiente y la modernización de nuestro país. La expansión de nuestras redes de telecomunicaciones será de interés público primordial en el futuro», ha declarado el Dr. Volker Wissing, Ministro Federal de Asuntos Digitales y Transporte.

«Esto reforzará la expansión de las redes, creará una mejor planificación y dará seguridad jurídica a las empresas. Junto con la simplificación de los procedimientos y una información más precisa en el catastro Gigabit, estamos sentando una base importante para dotar a Alemania de fibra óptica y de los últimos estándares de comunicaciones móviles de forma generalizada para 2030», continuó.

En muchos sentidos, este aumento de la financiación pública y la relajación de las restricciones al despliegue no pueden llegar lo bastante pronto para Alemania. El país lleva mucho tiempo rezagado entre sus homólogos europeos en lo que respecta a la fibra óptica, un hecho que, según el Gobierno, está obstaculizando enormemente el crecimiento económico del país.

El Gobierno también se apresura a cumplir su objetivo de alcanzar el 50% de penetración de la fibra hasta las instalaciones (FTTP) para finales de 2025, un paso más hacia el objetivo de la Unión Europea de conectar el 100% de las instalaciones de todo el bloque a la FTTP.

Las cifras del regulador alemán, la Bundesnetzagentur, sitúan el número de hogares conectados en 17,9 millones a finales de 2023. Con unos 43 millones de hogares en Alemania, esto significa que aún queda mucho trabajo por hacer para cumplir el ambicioso objetivo a finales de 2025.