Todo usuario y comprador de equipos de test debería plantearse ciertamente la adquisición de instrumentos usados. El nuevo precio puede ofrecer ahorros muy interesantes, a veces con descuentos del 50-75%. Muchos suministradores ofrecen instrumentos refabricadas o seminuevos que cuesta distinguir de sus nuevos homólogos.

En el otro extremo, existen innumerables intermediarios y se pueden encontrar sorprendentes “gangas” en eBay. Muchos responsables de compras habrán recibido correos electrónicos con un enlace a una “ganga que no se pueden perder”, y la solicitud de no dejarla escapar antes de que otra persona se quede con ella.

¿Cómo decidir cuál de estas genuinas oportunidades vale la pena aprovechar para adquirir un valioso instrumento con un ahorro atractivo y cuál es mejor evitar? Igual que al comprar un coche usado, hay diez factores que sirven para separar una ganga de algo inútil.

1.    Parece obvio pero ¿el equipo ofrecido cumplirá todos los requisitos? Es preciso que la especificación del instrumento cubra la necesidad. Pequeñas diferencias en las opciones o el software podrían marcar una enorme diferencia en su funcionalidad. Los revendedores más fiables ofrecerán soporte a los ingenieros de aplicaciones. Si cumple íntegramente la especificación, ése es un buen punto de partida, pero si se queda por debajo y se puede/debe actualizar, entonces puede que haya que gastar mucho más que el coste de compra inicial o incluso acabar con algo inútil.
2.    ¿Qué incluye la compra? ¿Sabe qué cables y accesorios necesita y serán suministrados? Maletines de transporte, manuales y en ocasiones incluso cables de alimentación pueden venir etiquetados como “extras”. Si el equipo utiliza consumibles o piezas que hay que sustituir periódicamente (p.ej., baterías), ¿incluye alguno de estos suministros? ¿El precio incluye costes de transporte, impuestos y tasas de importación? ¿Quién paga los seguros de tránsito?
3.    Comprobaciones de calidad y calibración. Un suministrador acreditado pondrá en práctica un riguroso proceso de comprobación para asegurar que el equipo adquirido se encuentre en excelentes condiciones. En la mayoría de los casos también será necesario calibrar el instrumento. Ésta es la mejor manera de asegurar que funcione según las especificaciones del fabricante. La calidad se verá reflejada en el precio, pero el viejo dicho “obtienes lo que pagas” probablemente es cierto en este caso.
4.    ¿Qué garantía y soporte ofrece el suministrador? Muchos suministradores garantizan que sus instrumentos usados certificados son adecuados. Si algo va mal o si no está satisfecho, tiene derecho de devolución. Antes de firmar la orden del pedido de la ganga compruebe los detalles de la garantía y, si es posible, si es realmente lo que parece ser. Algunos suministradores ofrecen soporte técnico continuo, lo cual es especialmente valioso si no se conoce bien el equipo.
5.    ¿Puede confiar en el suministrador? ¿El suministrador va a finalizar la venta y luego desaparecer del mapa? El mercado usado es volátil y los suministradores van y vienen. Si el suministrador pide pagar por adelantado necesita confiar al 100% en que cumplirá su parte y le entregará el equipo. Si surge algún problema tras la entrega, por ejemplo si los productos llegan dañados o incompletos, o si es el equipo equivocado, ¿cómo puede confiar en que lo resolverá? Si ofrecen un año de garantía esto podría ser tranquilizador, pero resulta inútil si el suministrador cierra el negocio o desaparece un mes después de la venta.
6.    ¿Existe el equipo? Esta pregunta puede parecer descabellada, pero ¿el suministrador le ha vendido algo que tiene realmente? La recesión ha afectado duramente a los vendedores de equipos usados y cada vez es menos habitual que tengan stock con la esperanza de obtener un pedido, ya que no disponen del capital necesario para mantener un gran stock. A menudo venden algo que tienen previsto comprar a un precio más bajo del que le ofrecen a usted. Pregunte si el producto está en stock y compruebe su procedencia. Es probable que un producto que anteriormente sirviera para realizar demostraciones o que ya hubiera sido alquilado ofrezca mejores prestaciones y que haya tenido un buen mantenimiento. Si el equipo es “humo”, es recomendable buscar alternativas.
7.    ¿Se puede actualizar? Si prevé que sus necesidades cambien con el tiempo, compruebe si el equipo se puede actualizar. Si no es así, quizás vale la pena gastar un poco más en un equipo más preparado para el futuro.
8.    ¿El suministrador acepta productos usados como parte del pago? Probablemente no existe una sola compañía que no tenga un equipo de test que ya no utilice. Muchos revendedores de equipos de test también los compran. ¿Puede aprovechar activos que descansan en un armario como parte del pago y reducir así el coste de compra? Incluso podría acabar en un crédito. Si el suministrador acepta productos como parte del pago, también podría aceptar en el futuro el equipo que usted está comprando en ese momento. Éste puede ser un aspecto importante a tener en cuenta.
9.    ¿Compra un equipo usado porque no tiene liquidez? Algunas compañías ofrecen soluciones financieras, como el pago a plazos o el alquiler de equipos usados, así que compruebe qué otras opciones hay disponibles si la financiación es un aspecto fundamental.
10.    Busque alternativas a la propiedad. Antes de comprar, comprueba las alternativas. Los equipos de test son cada vez más sofisticados. Esto significa que generalmente resultan más caros y al mismo tiempo pasan a ser obsoletos con mayor rapidez. Unamos a ello que las compañías tratan cada vez más de eliminar tantos activos como sea posible de sus hojas de balances y las alternativas a la propiedad empiezan a ser bastante atractivas. Dependiendo del período durante el cual se va a utilizar el equipo, se deberían investigar el alquiler o los alquileres operativos antes de decidir la mejor opción.

Los instrumentos obtenidos a través del programa de un fabricante reconocido o de una fuente acreditada, como el canal de equipos seminuevos y certificados de Microlease, puede ofrecer una alternativa a la compra de un instrumento nuevo con un ahorro significativo que los responsables de compras pueden y deben investigar dentro del proceso de pedido. No obstante, existen riesgos asociados a la compra a menos que  tanto el equipo como su origen hayan sido verificados minuciosamente.

Autor: George Acris, Microlease