Basándose en su SignalShark, Narda Safety Test Solutions lanza al mercado una variante de control remoto con prestaciones equiparables. El nuevo analizador remoto en tiempo real detecta, analiza, clasifica y localiza señales HF en el rango entre 8 kHz y 8 GHz con la máxima precisión y seguridad. Se ha modificado y optimizado, pudiéndose utilizar de forma universal para supervisar con eficiencia y de manera centralizada instalaciones que, por ejemplo, se encuentran en posiciones muy alejadas unas de otras y dispersas sobre una gran área. El módulo ejecuta tareas complejas de medición y análisis gracias a su alto rendimiento de HF (es decir, posee una alta sensibilidad al mismo tiempo que es resistente a la sobremodulación) en conformidad con las disposiciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

Dentro de su ancho de banda en tiempo real de 40 MHz, el módulo remoto SignalShark es capaz de detectar incluso señales de pulsos cortos de una duración a partir de los 3,125 µs y con una POI (probabilidad de interceptación) del 100 %, es decir, de forma ininterrumpida. Al emitir datos I/Q, se pueden transmitir 20 Mhz del ancho de banda con una resolución completa de 16 bit conforme con el estándar “VITA 49”. Además, una velocidad de exploración de hasta 50 GHz/s en "Modo Espectro" garantiza una detección de señales rápida incluso con bandas de frecuencia grandes. Gracias a sus funciones de análisis (espectro en tiempo real, espectrograma y persistencia), éstas pueden ser analizadas con resoluciones de frecuencia y de tiempo altas.

El núcleo de medición de la unidad remota SignalShark es idéntico al del dispositivo portátil. Integra un ordenador “Windows 10” y cuatro entradas HF conmutables que ofrecen, por ejemplo, opciones de conexión para varias antenas direccionables o para antenas específicas para una gama de frecuencias determinada. El ordenador interno actúa como una unidad de evaluación que garantiza que solo se transmitan a la central los datos procesados, es decir, los datos cualificados. Así, la unidad puede desempeñar todas las tareas de supervisión in situ. A diferencia de lo que ocurre con la opción de transmisión permanente a la central de todas las señales para su posterior valoración, en este caso solo se requiere un ancho de banda menor ya que, por regla general, en el 99,99 % de los casos el desarrollo es correcto y no existe fallo alguno. No obstante, el técnico puede conectarse de forma remota al dispositivo siempre que lo desee.

El nuevo módulo remoto también puede funcionar con una antena automática. Es compatible con la orientación automática y con el TDoA (diferencia de tiempo de llegada; en inglés Time Difference of Arrival). Estas son técnicas utilizadas, por ejemplo, por las autoridades para la localización, en grandes extensiones, de señales de interferencia en áreas metropolitanas mediante varias estaciones de las denominadas de “supervisión del espectro" controladas de forma centralizada. Así, con una antena automática se puede determinar la dirección de una fuente de interferencias, mientras que con un mínimo de dos antenas dispuestas en diferentes puntos de medición se puede determinar su posición exacta mediante triangulación. Para ello, se pueden montar, por ejemplo, módulos remotos sobre los tejados de edificios situados en diferentes puntos estratégicos. Como en esas situaciones no suelen ser necesarios, los módulos no disponen de teclado ni pantalla, pero sí cuentan con células solares y batería para lograr una alimentación eléctrica autosuficiente. Por último, la propia señal llega a través de un módem LTE y de la red de telefonía móvil hasta el ordenador remoto del operador.

Para poder implementar de forma óptima todas las funciones centralizadas de monitorización, análisis y orientación en el mantenimiento remoto, es necesario contar con control remoto, con una buena resolución de tiempo, incluyendo la representación del tiempo absoluto (por ejemplo, sincronizado vía GPS) y con un protocolo general comprensible para la transferencia de los datos. Un componente a considerar en este contexto es el lenguaje de control remoto SCPI (comandos estándar para instrumentos programables; en inglés Standard Commands for Programmable Instruments). Este lenguaje permite ponerse en contacto con el módulo remoto SignalShark y facilita el correspondiente desarrollo de controladores. Otro factor a tener en cuenta es la transmisión “VITA 49”, lo que significa que la salida también es estándar, es decir, que la respuesta se produce en un formato que entiende cualquier software.

Gracias a su su flexibilidad, la unidad remota SignalShark se puede utilizar como un componente independiente (basic) sin necesidad de otros elementos. En este caso, los puertos USB permiten conectar un teclado y una pantalla externos. Al mismo tiempo, el módulo de tan solo 2,1 kg (single), bien protegido por su compacta carcasa de aluminio, encaja en cualquier sistema de rack convencional de 19 pulgadas como unidad individual, pero se puede usar también como un módulo insertable doble (double) uno al lado del otro (1 U) o uno encima del otro (2 U). Resulta efectivo y rentable disponer dos receptores en un rack cuando, por ejemplo, se requiere monitorizar un ancho de banda mayor. De esta manera y como alternativa a los equipos de gama alta del correspondiente ancho de banda, es posible escalar y conectar en cascada varios de estos módulos. El primero asume el rango de 360 hasta 400 MHz y el segundo de 400 a 440 MHz.

Su uso está recomendado para las autoridades reguladoras, los servicios de seguridad, administraciones nacionales y regionales de investigación criminal, para el ejército y los servicios de inteligencia, para servicios industriales y de tecnología de medición de antenas, así como para proveedores, operadores y proveedores de servicios del sector de las comunicaciones móviles.

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